Jane y Prudence | Barbara Pym

Recientemente he conocido a Barbara Pym gracias a la lectura de Mujeres excelentes barbara_pym(entrada sobre el libro aquí). Con una sola lectura de la autora ya puedo decir que tengo la #FiebrePym. Cuando Ana (su blog aquí) me dijo que en Jane y Prudence se sabía algo más de Mildred, protagonista de Mujeres excelentes, no me pude resistir y me fui a la biblioteca a por él. Y gracias a esta recomendación he vuelto a disfrutar de la pluma de Barbara Pym, he vuelto a disfrutar de sus personajes y de sus historias. Y también he podido saber algo más sobre Mildred, ya que el final de Mujeres excelentes me había dejado con ganas de saber que pasaría con ella. Tengo que decir que cuando vi que se hablaba de Mildred me dio mucha alegría y es como si volviera a saber de una amiga de la infancia, de una amiga a la que no veía desde hace mucho tiempo.

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Título: Jane y Prudence

Título original: Jane and Prudence

Autora: Barbara Pym

Traducción: –

Páginas: 330

Editorial: Lumen

Año de publicación: 1953 – 2009

En esta novela conocemos a Jane y Prudence. Jane fue profesora de Prudence y desde aquella época se han hecho muy amigas. Son dos mujeres muy distintas, no solamente por la diferencia de edad sino también por su personalidad. Jane fue profesora y ahora es la esposa del vicario, con el que tiene una hija que está en plena adolescencia. Prudence, es todo lo contrario de su amiga, soltera y muy independiente. A Jane le preocupa, y mucho, la soltería de su amiga y es cuando empieza a comportarse como una celestina.

«Muchas veces pienso que estar casada debe de ser un tostón. Tengo un piso que me gusta y estoy tan acostumbrada a vivir sola que creo que no sabría qué hacer con un marido.»

Jane es una mujer algo atípica para la época en la que estamos. No hace tareas en casa y tampoco ayuda a su marido en la parroquia. Si la tuviera que definir de alguna forma diría que es una mujer vaga que se hace la torpe, y me explico. Según ella todo se le da mal: cocinar, hacer arreglos florales para la iglesia, arreglar el jardín… Y yo desde mi punto de vista creo que son tareas que no le apetece hacer y por eso «simula» ser tan torpe.

Prudence es todo lo contrario, una mujer que le gusta ser independiente, una mujer muy elegante que el tema de encontrar marido no le preocupa ni lo más mínimo. Además la vamos conociendo tanto en su entorno laboral como en su entorno de amistades, algo que me gustó mucho. Ya que vamos viendo como cambia su comportamiento según la situación. Otra cosa que quiero destacar de Prudence es que es muy lectora y eso hace que nos encontremos con diferentes referencias a lo largo de la novela. Sobre todo, nos habla de poetas.

A medida que iba disfrutando de esta lectura iba sacando conclusiones. En esta novela vemos muy bien reflejada la diferencia entre las apariencias y la realidad. Jane aparenta ser la perfecta esposa y Prudence aparenta tener una vida plena a pesar de no tener con quien compartirla. Pero todo lo que aparentan no es del todo cierto, ya que veremos como en ciertos momentos dudan ellas mismas de su propia felicidad. 

«Experimentó el sentimiento de contrición que a todos nos asalta cuando nos hemos convencido de que alguien nos cae mal sin motivo aparente y después esa persona tiene un gesto amable con nosotros.»

Al igual que en Mujeres excelentes, nos encontramos mucho té: en el trabajo de Prudence, en las reuniones de los vecinos, cualquier momento es el idóneo para una buena taza de té. A poder ser cargado, que cuando está flojo no les agrada mucho. Por eso creo que las novelas de esta autora son idóneas para leer cuando hace más fresco, para acompañar a las protagonistas con tu propia taza de té humeante.

Es una novela que se podría leer del tirón sin problema. Pero sinceramente, yo prefiero saborear poco a poco las novelas de la autora ya que por desgracia no tenemos muchas traducidas. Y por último decir que me ha pasado lo mismo que con Mujeres excelentes. El final se me ha quedado corto, no me dejó del todo satisfecha, me gustaría saber que más ocurre con las protagonistas. Sin duda, a la que más cariño he cogido es a Prudence y me gustaría saber como continúa su vida.

Ya tengo preparada mi próxima lectura de la autora, será Murió la dulce paloma. Pero voy a esperar a que pase un poco de tiempo porque no quiero quedarme sin libros suyos. Ya que solamente me quedaría por leer ese y Los hombres de Wilmet.