La condesa sangrienta | Alejandra Pizarnik

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Título: La condesa sangrienta

Título original: La condesa sangrienta

Autora: Alejandra Pizarnik

Traducción: –

Páginas: 57

Editorial: Libros del Zorro Rojo

Año de publicación: 1971 – 2009


Erzsebét Bathory es una de las criminales más siniestras de la Historia, se le acusa del asesinato de seiscientas cincuenta jóvenes.En su castillo de los Cárpatos, a finales de siglo XVII, la condesa se ciernes sobre sus víctimas para desangrarlas y conservar su juventud.

Lo primero que llamó mi atención de este libro fue la edición. Considero que Libros del Zorro Rojo hacen un gran trabajo de edición, unas ediciones muy cuidadas y con muy buena calidad. También llama mucho la atención que se centre en la figura de Erzsebét Bathory, no había leído nada anteriormente sobre ella y tenía bastante curiosidad. Y ya cuando te adentras en el libro, sin duda, lo que más te llama la atención es su interior, sus ilustraciones. Pero voy a ir por partes. Alejandra Pizarnik es una autora que me atrae y a la que tenía ganas de leer. Tal vez no he comenzado por la mejor opción, pero ya he dado el paso de leerla por primera vez. Se nos dice desde un principio que este libro se inspira, se basa, en un libro escrito por Valentine Penrose. En el libro de Penrose se ahonda y se profundiza en la figura de la condesa sangrienta, y en el libro de Pizarnik se hace un resumen de lo que más le llamó la atención.

«El criminal no hace la belleza; él mismo es la auténtica belleza.»

La condesa es conocida por las torturas a las que sometía a chicas, cuanto más jóvenes mejor y si eran vírgenes mejor aún. Se dice que en total llegó a matar a unas 610 chicas, aunque no se sabe exactamente si esa cifra es real. En este libro Pizarnik nos narra en cada capítulo, capítulos muy cortos, una de las formas de tortura que utilizaba la condesa. Se nos narra de una forma muy escueta, demasiado para mi gusto, no se anda con rodeos y directamente nos narra que hacía con las víctimas. Se nos cuentan desde torturas más conocidas a otro tipo menos conocidas. En mi caso yo desconocía bastantes formas de tortura y en concreto me llamó mucho la atención la Virgen de hierro, tortura que me puso los pelos de punta.

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Tengo que reconocer que no me convenció la forma en la que está escrito. Cada capítulo es muy corto y es independiente, no está escrito en un orden concreto. Y sinceramente, me hubiera gustado que fuera narrado de forma cronológica, me hubiera gustado ver como su obsesión por la tortura fue evolucionando. Pero supongo que es muy complicado saber como empezó y como fue evolucionando. Lo que está claro es que comenzó con esto porque creía que el bañarse en la sangre de las jóvenes impediría que fuera envejeciendo. Pero en ciertos momentos te haces muchas preguntas, ¿qué sacaba/ qué conseguía la condesa con estas torturas? Si solamente necesitaba la sangre de las chicas, ¿por qué se recreaba de esa forma? ¿Por qué se ve que disfrutaba de torturar a las chicas? Sinceramente, me he quedado con preguntas y con dudas, así que no descarto leer algo más sobre la figura de la condesa sangrienta.

«Ha habido dos metamorfosis: su vestido blanco, ahora es rojo, y donde hubo una muchacha, ahora hay un cadáver.»

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Pero sin duda el punto fuerte de este libro han sido las ilustraciones, que son de Santiago Caruso. Santiago Caruso ha hecho un trabajo excepcional, todas las ilustraciones me han parecido maravillosas. Unas ilustraciones que sinceramente, dan fuerza al texto y complementan perfectamente la lectura. He estado pensando, y considero que el texto sin las ilustraciones no tendría fuerza, se quedaría en un resumen muy escueto sin nada más. Pero cada ilustración consigue ponerte los pelos de punta, consigue que te detengas, que la admires y que te pongas a pensar. Te pones a pensar e imaginar cómo sería la vida en aquel castillo, como de aterrada estaría la población de aquel lugar, como estaría la mente de la condesa. Porque sin duda, la condesa tenía un gran problema, no sabemos lo que ella pensaba, ni lo que sacaba de cada tortura, pero se nota que disfrutaba de cada una de ellas. Sin duda, este libro merece mucho la pena por la edición pero sobre todo por las ilustraciones.

Como se puede ver, lo que nos narra Pizarnik no me ha convencido del todo, por su brevedad y porque todo me ha resultado excesivamente escueto. Pero sin duda ha merecido la pena descubrir este libro porque he descubierto a este gran ilustrador.