Así es como se mata | Mirko Zilahy

1467891692704 Título: Así es como se mata

Título original: È così che si uccide

Autor: Mirko Zilahy

Traducción: Carlos Gumpert

Páginas: 420

Editorial: Alfaguara

Año de publicación: 2016

Nos encontramos en la ciudad de Roma en el año 2008, concretamente en septiembre. Está haciendo muy mal tiempo y parece que es para lavar todo el mal que hay en la ciudad. Lejos de las zonas turísticas van apareciendo cadáveres, víctimas de un asesino en serie. En ese momento es cuando se decide poner el caso en manos del comisario Mancini, un policía que asistió a diferentes cursos en Quantico. Mancini no está en su mejor momento pero el trabajo es el trabajo.

Cuando este libro llegó a mis manos no tenía ningún tipo de expectativas, tenía buena pinta y quería disfrutar de su lectura. Su autor, Mirko Zilahy, acudió a la Semana Negra y con su presentación si me creó expectativas, estaba deseando acabar mi lectura actual y ponerme con él. Soy una persona a la que no le gusta ir con expectativas porque siempre me juegan una mala pasada, y en este caso me volvió a ocurrir, ha sido la decepción de este año.

«Lo tuyo es una fobia, algo irracional y atávico que todos llevamos dentro y que se deriva de un episodio que no te ha abandonado. Un mecanismo de defensa del inconsciente.»

Tengo que reconocer que este libro terminé de leerlo como una obligación. Estuve a punto de abandonarlo en varias ocasiones pero me obligué a terminarlo, a veces sufro de cabezonería. Tenía la esperanza de que mejorara, tenía la esperanza de que me acabara gustando y al final no fue así. Pero empecemos desde un principio.

Hay que reconocer que me costó meterme en la historia ya desde un principio. Para mi gusto el principio es un poco caótico, empezamos con un capítulo que narra el primer asesinato y luego ya pasamos a conocer a Mancini. Me he liado con los diferentes nombres, con algunos tecnicismos que me han parecido algo complejos y no entré en la historia con buen pie, la verdad.

Nos encontramos con una novela dividida en cuatro partes y que está narrada por dos voces diferentes. Los capítulos se van alternando y están bien diferenciados. Por un lado nos encontramos los capítulos fechados, que son los capítulos que se centran en la historia, en la resolución del caso y en la historia de Mancini. Y por otro lado nos encontramos con los capítulos en cursiva que nos narran como está ocurriendo el suceso, el asesinato. Los capítulos en cursiva son muy cortos y son los que más te impactan, te narran con todos los detalles como La Sombra (el asesino) va haciendo de las suyas.

En la primera parte conocemos a Mancini, el protagonista, que reconozco que esta muy bien construido porque lo vamos conociendo poco a poco, y lo acabamos conociendo perfectamente. Pero desde un principio no conecté con él y cada cosa que conocía de él me iba alejando aún mas de esa conexión. La segunda parte se centra en la brigada, conocemos a todas las personas que ayudan a Mancini, pero las conocemos de una forma muy sutil, están en segundo plano. Una pena porque Caterina, fotógrafa forense, es un personaje que me hubiera gustado conocer mejor. La tercera parte está centrada en La Sombra, el asesino, tengo que decir que a esa tercera parte ya llegué con poco interés… Y por último en la cuarta parte el autor se centra en las víctimas.

«Los puñetazos son como los disparos, si fallas con el primero, estás jodido.»

Entre tantos detalles que no me han gustado hay uno que me ha fascinado, la ambientación. Una Roma desconocida, una Roma de la que no se habla, una Roma que no es tan bonita como la pintan. Nos alejamos de las zonas turísticas, del cariz religioso, de los monumentos y nos metemos de lleno en una Roma llena de ratas, de oscuridad y de personas que viven sin recursos. Nos metemos de lleno en la otra cara de la ciudad. Sin duda es lo que más he disfrutado de toda la novela.

En cuanto al ritmo, me esperaba algo trepidante y la verdad que no es lo que encontré. Un ritmo muy desigual, lento, con momentos en los que pierde mucho ritmo y en esos momentos es en los que empecé a perder totalmente el interés. Acabe el libro, sí, pero lo acabé leyendo por leer, sin interés en saber lo que iba a ocurrir y enterándome más bien de poco. Llegué al final sin ganas, no me interesaba cómo iba a terminar la historia.

♥ Muchas gracias a Edición anticipada por el envío del ejemplar.