¿Cómo hablar de Rectify? ¿Cómo intentar que más personas le den una oportunidad? ¿Cómo plasmar en unas palabras todo lo que esta serie contiene? Estamos ante una serie diferente, una serie que merece muchísimo la pena pero que por desgracia es poco conocida. Tengo que reconocer que eso me duele, me duele que la gente no se anime a verla, que pase tan desapercibida. Tengo claro que algo pasa con esta serie pero no sé el que. No sé si la gente huye del reparto poco conocido, si la premisa en un principio no les parece atractiva o si es que la serie no ha tenido una buena estrategia de marketing y publicidad. Porque hay que ser realista, hay series a las que se les da más bombo que a otras, series que te meten por los ojos, series que casi te obligan a ver. Pero también nos encontramos casos que son todo lo contrario, series que no tienen tanto bombo y tan buen marketing y publicidad. Pero también tengo claro que es una serie maravillosa, una serie que seguro que disfrutarán muchas personas. Así que, si os llama un mínimo la atención, si os pica la curiosidad, dadle una oportunidad.
Daniel Holden, el protagonista de esta serie, ha estado diecinueve años en el corredor de la muerte de Georgia. Ha estado allí debido a que lo acusan de violación y asesinato de una chica de su mismo pueblo. Tras pasar tantos años en el corredor de la muerte vuelve a estar en libertad, debido a unas pruebas de ADN que ponen en tela de juicio esa acusación.
¿Cómo volver a vivir en libertad después de pasar tantos años encarcelado? ¿Cómo superar la agorafobia que sufres en un principio? ¿Cómo intentar recuperar todo el tiempo que has perdido mientras estabas encerrado? ¿Cómo regresar a la vida familiar como si no hubiera ocurrido nada? ¿Cómo regresar a una ciudad completamente diferente? ¿Cómo vivir tranquilamente si te sientes continuamente cuestionado y observado? Estas son algunas de las cuestiones que bombardean al espectador cuando comienza a ver la serie, y también son las cuestiones que bombardean la mente de nuestro protagonista.
Daniel ha pasado diecinueve años en un espacio pequeño, encerrado con su mente, encerrado con su soledad. Eso ha hecho mella en su personalidad, ha cambiado su vida, ha cambiado su forma de ser. El espectador es testigo de cómo intenta volver a la normalidad. Tras tanto tiempo, la ciudad ha cambiado pero sigue siendo juzgado, cuestionado y mirado con recelo, eso no ha cambiado. Su propia familia también ha cambiado, no entraré en detalles pero hay nuevos integrantes y la situación no es como cuando él entró en la cárcel. Daniel es una pieza a la que le cuesta encajar en el puzzle actual, tiene que empezar de cero y eso es difícil. El espectador consigue ponerse en la piel de Daniel, meterse en su mente. Sientes sus dudas como propias, sientes sus temores, te oprimen sus pesadillas, sufres a su lado. Pero también te ilusionas con sus descubrimientos, con sus primeras veces, con sus sonrisas. Como ya digo, la vida ha cambiado mucho y él va descubriendo poco a poco esas novedades. No paro de hablar de Daniel, pero es que tiene prácticamente todo el peso, es un protagonista que lo es prácticamente todo. Es un gran protagonista, diferente e increíble. Aden Young hace una interpretación increíble, sus miradas y sus gestos son una auténtica maravilla. Esas miradas, esos gestos, transmiten incluso más que sus palabras.
Pero el espectador también es testigo de cómo esto ha influenciado en la otra parte, en la familia. La encarcelación de Daniel es un golpe muy duro para la familia y su puesta en libertad por un lado es un respiro y por otro, todo lo contrario. Vamos viendo como las heridas antiguas se van curando poco a poco pero también cómo se van abriendo nuevas heridas. No quiero centrarme en la situación de la familia, no quiero centrarme en cada componente. Pero no puedo pasar por alto a dos personajes, no puedo irme de aquí sin hablar de ellas aunque solamente sea un poco. Amantha Holden es la hermana de Daniel y está magníficamente interpretada por Abigail Spencer. Adoro a este personaje, adoro lo luchadora que es. También adoro a la madre de Daniel, Janet Talbot (J.Smith-Cameron), nos transmite muchísima ternura y le cogemos un cariño tremendo.
Nos encontramos ante una serie que cuida y mima hasta el mínimo detalle. No solamente nos tenemos que quedar con lo que nos cuentan, con los diálogos, también nos tenemos que fijar en esos silencios tan perfectos que hay a lo largo de la serie. Esos silencios tan necesarios, esos silencios que tanto cuentan. Pero el espectador también tiene que ir más allá, tiene que sacar conclusiones, tiene que fijarse en cada mínimo detalle.
Como ya digo, tiene muchísimo mimo con cada detalle. La banda sonora es una maravilla, es melancolía pura, encaja perfectamente con cada momento. La fotografía es para admirarla, para no despegar la mirada ni un solo segundo de la pantalla. Y también las interpretaciones son sobresalientes, son actores que bordan su papel, que me va a costar muchísimo verlos en un papel que no sea este. Por último quiero hablar de los finales, del final de cada capítulo, esos finales dejan un regusto amargo, no puedes dejar de pensar en la vida de Daniel. No puedes quitártelo de la mente, no quieres que Daniel se esfume, quieres que forme parte de ti, de tu vida.
Rectify ha sido una serie que me ha fascinado desde un principio, una serie diferente, una serie que merece mucho la pena. No me quiero repetir pero dadle una oportunidad, no os arrepentireis.
Rectify | 4 temporadas | 2013 – 2016 | 30 capitulos | 48 min. capitulo | EEUU | Director: Ray McKinnon | Productora: Sundance TV | 8’5/10
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