La última bruja | Mayte Navales

Abres un libro pensando que te vas a encontrar una historia totalmente diferente a la que te encuentras. Empiezas a leer y te quedas totalmente desconcertada, no sabes si realmente estás ante la historia que te venden en la sinopsis. Cierras el libro, vuelves a leer parte de la sinopsis y lo retomas esperando encontrar lo que en ella se dice. ¿Alguna vez os ha ocurrido esto? Esto es lo que me ocurrió a mi al leer el primer capítulo del libro del que os quiero hablar hoy.

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«Si te gusta Juego de Tronos y Neil Gaiman, te fascinará este sueño de aventura, terror y magia del que no querrás despertar.» Esto es lo que nos encontramos en la portada de esta novela, y cuando me encuentro con estos detalles, estas comparaciones, suelo rehuir, pero esta vez me dejé llevar y caí en la trampa. Fue leer el nombre de Neil Gaiman y me picó la curiosidad, pero me jugó una mala pasada, hizo que crecieran mis expectativas y por desgracia no se cumplieron. Por este motivo suelo quitar las fajas nada más comprar un libro, pero en este caso está en la portada, no lo podía quitar y cada vez que cerraba el libro me fijaba en el nombre de Neil Gaiman. Otro punto que me picó la curiosidad y que me animó a leer esta novela fue la sinopsis corta, por decirlo de alguna forma: ″Los nombres tienen poder. Todos lo sabemos. Y los nombres de las brujas siempre han sido más poderosos que los de los humanos, pues contienen su esencia y su magia.» Me apetecía leer una novela sobre brujas y me pareció una buena opción, así que di el paso, me animé a leerlo y hoy, después de dejarlo un tiempo reposar, os traigo mi opinión sobre La última bruja de Mayte Navales.

«A veces no se puede elegir. A veces ni los dioses pueden elegir.»

Irati y Greta, las dos protagonistas, dos brujas muy diferentes entre ellas y con diferentes orígenes. Irati es una bruja con mucha historia, con mucho mundo recorrido, la última que queda de una raza ya extinguida. Irati se encuentra con una niña llamada Greta, niña a la que le acaba de cambiar la vida y que está totalmente sola. Greta, nacida en la Edad Media, era una niña normal pero debido a cierto suceso, se convierte en una bruja. Una bruja que no tiene experiencia y que va a tener que ir aprendiendo de la mano de la bruja ya experimentada. Vamos conociendo a las dos brujas, vamos ahondando en su historia y vamos entendiendo la importancia de saber el verdadero nombre.

A través de capítulos intercalados vamos conociendo la historia de Irati y Greta, y también la de un niño misterioso. Tenemos por un lado los capítulos que se centran en el pasado y presente de Irati y Greta, con continuos flashbacks. Y por otro lado están los capítulos que se centran en los sueños que tiene un niño, un niño que no conocemos y del que no sabemos nada. Estos capítulos a mi me han parecido muy interesantes, nos van dando información a cuenta gotas y pican la curiosidad del lector. Estos capítulos que se centran en el niño, son capítulos muy cortos, dan poca información y dejan a uno intrigado. El lector quiere saber quien es ese niño, porque tiene esos sueños y que relación tiene con la historia de las dos brujas. Pero antes de llegar a esos capítulos, se lee el primer capítulo, primer capítulo que me dejó totalmente perpleja, como dije en su momento por twitter. Leí el primer capítulo y pensé que me había equivocado de novela, no era para nada lo que me esperaba y me pareció muy brusco. Esto hizo que avanzara en la lectura con cierto temor, no quería que toda la novela fuera como ese primer capítulo. ¿Qué es lo que me ocurrió con este primer capítulo? Parecía que estaba ante una novela erótica, demasiado explícita y que a mi me parecía que eso no aportaba absolutamente nada. Pero no solamente aparece en el primer capítulo si no que el sexo aparece a lo largo de toda la novela, para mi gusto metido a calzador y sin ningún sentido. Y sinceramente, esto es lo que hizo que no disfrutara tanto de esta lectura, me pareció innecesario tanta erótica. No quiero ir de monja ni mucho menos, pero a veces menos es más, me resultó demasiado cargado en ese aspecto.

Pero cambiemos de tono, a pesar de no ser la historia que me esperaba y de ese punto que no me gustó para nada, también hay detalles que me han hecho disfrutar de la historia. Lo más destacable sin duda es la ambientación y la documentación que tiene detrás. Hay momentos que la narración se centra en la vida de una comunidad en un circo, me ha parecido muy curioso e interesante. Pero sin duda, lo que más destaco de la ambientación es los momentos en los que se centra en leyendas, rituales y algo de mitología. A destacar el tema del nombre, porque iban cambiando de nombre, porque no querían que se conociera el verdadero nombre. No pueden dar a conocer su verdadero nombre porque tienen mucho poder sobre ellas. Por otro lado, también me pareció muy destacable la evolución que sufren las dos protagonistas a lo largo de la novela, a medida que avanza la historia, van cogiendo más fuerza. Hay más personajes, hay otras brujas, hay algunos hombres, pero solamente quiero centrarme en las dos protagonistas porque tienen el peso de la historia.

Por último quiero destacar la narración, considero que el último cuarto de novela es mejor que el resto. Tiene una narración más ágil, una narración que te da ganas de no parar de leer, algo que no me ocurrió en el resto del libro. Para mi gusto, la última parte de la novela mejora totalmente. Y no podía terminar sin decir que en ciertos momentos, la historia, me recordó a Hansel y Gretel. No sé si la intención de la autora era hacer un guiño a la historia, pero a mi me recordó a esa historia de infancia. No quiero entrar en detalles de porque me lo recordó, por posibles spoilers.

A favor: los capítulos intercalados, la evolución de las protagonistas, la ambientación, los ritos y leyendas. En contra: el primer capítulo, la narración es más ágil en el tramo final, el exceso de sexo metido a calzador.

Título: La última bruja | Autora: Mayte Navales | Páginas: 317 | Editorial: Almuzara | Año de publicación: 2016

♥ Muchas gracias a la editorial Almuzara por el envío del ejemplar.