Considero que una película no solamente se disfruta por su contenido sino también por las circunstancias. Tienes un día malo y necesitas una película que te saque una sonrisa o decides acudir al cine en grupo con personas que disfrutan de cada detalle de la película. Hay muchos factores externos que te pueden influir a la hora de ver la película, y cuando acudí al cine a ver Café Society era el momento perfecto.
Acudí con varias personas, y entre ellas había un amante del cine de Woody Allen, que ya solamente con ver como esa persona disfrutaba de cada fotograma ya mereció mucho la pena ir a ver la película.
Soy una persona que no empatiza con el cine de Woody Allen, aunque tengo que reconocer que no he visto muchas de sus películas. Pero tengo que reconocer que esta vez me ha convencido, tal vez no sea su mejor película pero yo salí de la sala del cine satisfecha y con ganas de hablar de la película que acababa de ver. Y para mi, eso siempre es un punto positivo, el tener ganas de hablar de la película. A parte iba con otro temor en mi cuerpo, Kristen Stewart, una actriz con la que no consigo empatizar, pero en este caso no me ha disgustado.
No tengo muy claro como abordar esta opinión, seguro que me disperso mucho y espero que esto no se haga eterno.
Nos encontramos en los años 30 en Los Ángeles. Bobby (Jesse Eisenberg) es el sobrino de un importante agente y productor. Acaba de llena a Hollywood y la asistente de su tío, Vonnie (Kirsten Stewart), le enseña la ciudad, y ambos se enamoran porque se dan cuenta que son muy parecidos.
Lo que más he disfrutado, sin duda, ha sido de la ambientación. Nos encontramos en los años 30 y asistimos, como espectadores, a unas fiestas increíbles. También conocemos lugares no tan glamurosos pero que son una auténtica maravilla. En estos momentos estoy pensando en ese local al que va el protagonista a oír jazz en vivo, ¡menuda maravilla! Porque ese es otro de los puntos fuertes, la música que acompaña toda la historia, es una auténtica delicia. Otro de los puntos fuertes son los decorados y el vestuario. En el caso del vestuario valen más unas imágenes que unas palabras. En los fotogramas os dejo algunas imágenes en las que podréis ver el cuidado vestuario.
Como ya os he dicho anteriormente, Kristen Stewart no me ha disgustado del todo. Y es que creo que tiene mucha química con el otro protagonista. Además es una química que consiguen que traspase las pantallas, desde un primer momento te crees su amor «a primera vista» gracias a esa química.
Me ha gustado mucho el giro que da la película. Comenzamos viendo una comedia romántica y acaba siendo un pequeño drama. Y es que poco a poco vamos viendo como el director mete un tema tan complejo como es la melancolía, melancolía que consigue trasmitir al espectador. También mete el tema de la nostalgia, además lo mete de una forma muy bonita.
Con esto llega el momento de hablar del final, un final que me ha gustado y que no me ha gustado. Me ha parecido una escena muy bonita, me ha parecido una maravilla ese momento. Pero el final es abierto, y ya sabréis que eso a mi no me gusta. Me he quedado con ganas de saber que pasará con los protagonistas, si darán el paso o si no lo darán.
No quiero contaros más, me he dejado muchísimos detalles en el tintero, pero como siempre digo: menos es más. Creo que es mejor contar lo mínimo para que si la veis vayáis sabiendo lo mínimo, para que os sorprenda. Así en resumen decir que he disfrutado mucho de la ambientación, de la música, del vestuario, de la historia y hasta de las interpretaciones (en esto tenía yo mis dudas). No me ha terminado de convencer el final, una escena muy bonita pero que te deja con muchas preguntas sin respuesta.
Después de lo que he disfrutado de esta película creo que me animaré a ver más películas del director. Si me animo pronto ya os contaré por aquí lo que me parecen.